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Open Finance

Claves para entender el Open Finance en México

Melissa Gutierrez

26 marzo, 2021

Hoy en día se habla mucho de “apertura”. Abrirnos a lo nuevo, a lo innovador, a nuevas formas de concebir el mundo, sus concepciones y procesos. Desde lo más personal (y controversial), hasta lo político, material y lo virtual/digital. 

En esta era digital (fuertemente impulsada por la Pandemia por  Covid-19), el activo más valioso es la información. Sin embargo, poseer información es solo el primer paso para obtener el valor de esa información, es en cómo y quién la usa, en donde está el potencial. Y es por ello, que la Ley Fintech en su artículo 76 hizo oficial el inicio de la era del Open Banking para México. 

Pero ¿Qué es Open Banking?  

Para entender qué es Open Banking, también necesitamos estar abiertos porque tiene diversas acepciones, todas enfocadas a lo mismo. 

Aquí mencionaré dos de las más comunes: 

  • Es el concepto de uso de tecnología de APIs (Interfaces de programación de aplicaciones, por sus siglas en inglés) abiertas para facilitar a terceros proveedores de software construir nuevas aplicaciones y servicios financieros centrados en el cliente
  • Es un movimiento mundial de innovación financiera que ha incrementado la colaboración y conectividad entre participantes nuevos y tradicionales de los ecosistemas financieros. 

¿Datos? ¿Cuáles datos?

Si, leíste bien. Datos. Pero por supuesto que no todos tus datos, y mucho menos sin que tu así lo decidas y lo consientas expresamente a aquel que te los solicite (tercero solicitante, en el slang de Open Banking). Para que quede mucho más claro detallaré los que contempla la Ley Fintech: 

  • Datos financieros abiertos (que, por cierto, deben comenzar a exponerse el 5 de junio de 2021) son aquellos generados por las Entidades que no contienen información confidencial, tales como información de productos y servicios que ofrecen al público general, la ubicación de sus oficinas y sucursales, cajeros automáticos u otros puntos de acceso a sus productos y servicios, entre otros y según sea aplicable.
  • Datos agregados son los relativos a cualquier tipo de información estadística relacionada con operaciones realizadas por o a través de las Entidades, sin contener un nivel de desagregación tal que puedan identificarse los datos personales o transacciones de una persona. Solamente tendrán acceso a los datos agregados las personas que cuenten con los mecanismos de autenticación que establezcan las Comisiones Supervisoras, o el Banco de México para el caso de las cámaras de compensación y sociedades de información crediticia.

 

  • Datos transaccionales aquellos relacionados con el uso de un producto o servicio, incluyendo cuentas de depósito, créditos y medios de disposición contratados a nombre de los clientes de las Entidades, entre otra información relacionada con las transacciones que los clientes hayan realizado o intentado realizar en su Infraestructura Tecnológica. Estos datos, en su carácter de datos personales de los clientes, solo podrán compartirse con la previa autorización expresa de estos.

 

Una vez que entendimos de donde viene todo este movimiento y qué datos pretende abrir, pues claro, hay más dudas. Trataré de resolver las que me parecen más relevantes, comenzando: ¿Por qué Open Finance?

 

Para dar un poco de contexto, dado que esta tendencia comenzó en Reino Unido, en donde nació la denominación de Open Banking, porque fue una imposición regulatoria para los nueve bancos más grandes de aquel país. A diferencia de México, se busca llevarla más lejos al imponer la regulación a todas las entidades financieras reguladas (más de 2400 entidades) es decir, pretende llevar esta revolución a todo el sistema financiero mexicano. 

Ok, mucha revolución y mucha apertura, pero ¿Por qué querría compartir mis datos?

¿Cuál es la razón o motivo principal para hacerlo? Fácil, aunque no obvio. Entre más sepan de ti (y de un grupo más grande de personas) los bancos o los nuevos competidores del ecosistema, pueden desarrollar más y mejores productos específicos para perfiles más específicos. Por ejemplo, a mucha gente, podría preferir ir a las sucursales bancarias y lidiar (hasta hace unos meses) con filas, cajeros, papelitos, firmas y demás; pero otras personas optan por abrir su app en el celular y mandar transferencias, comprar crédito o pagar su celular, pagar en la tiendita, pedir comida, ride, etc, etc, etc. 

Lo que quiero decir con esto es que somos diferentes, gastamos diferente y preferimos servicios diferentes dependiendo de diversos factores. Si quienes ofrecen productos financieros, pueden conocer esas características con mayor detalle pueden crear los productos que realmente necesitamos. Esto de paso, podría permitir que cientos de personas que hoy no usan productos financieros, los comiencen a usar, contribuyendo así a la inclusión financiera en el país

Y una vez que sabemos por qué podría ser buena idea compartir mis datos, por supuesto que surgen aún más preguntas: ¿Cómo lo hago? ¿Quiénes podrán ver mis datos? ¿Es seguro?

 Efectivamente, muchas preguntas. Pero vamos por partes, ¿cómo? Por los medios digitales que establezca la empresa que use los datos. 

¿Quiénes podrán verlos? De acuerdo con la regulación, solamente quienes ellos autoricen y tú quieras que los vean y usen, según los términos y condiciones que establezcan y tú aceptes (la mala noticia es que vas a tener que leer las letras chiquitas). 

Y por último, sí es seguro, se han establecido diversos mecanismos técnicos y administrativos para asegurar que la transmisión de datos es completamente segura en todo momento. 

En conclusión, lo que debemos entender de Open Banking, (Open Finance, en el caso de México) es que es una transformación mundial que llegó para quedarse y es positiva al dotar de eficiencia a un sector clave de cualquier economía. Sin embargo, la única manera de que lo logre y beneficie a todas las partes involucradas es manteniendo en mente las bases y objetivos de su creación y actuando en consecuencia. 

No olvidando que estamos viviendo un proceso de adaptación y cambio continuo que tal vez las nuevas generaciones no lo vean tan intensamente como otras, ya que nacieron con él, pero está en todas partes y se trata de adaptarse o morir.